🎙️ Lo Mejor está por Venir Hacer🌱

Hubo un momento en mi vida en el que todo parecía detenerse. Durante tres años, me vi atrapado en una sombra de depresión. Mis sueños parecían desmoronarse lentamente, los proyectos en los que había puesto mi alma no llegaban a buen puerto, y lo que una vez imaginé como «mi vida» se sentía como una utopía inalcanzable. Mi economía era un desastre, mi relación con mi familia, amigos y conexión emocional con mi entorno estaba rota, y, lo peor de todo, había perdido la conexión conmigo mismo.
La vida no era más que una película donde yo era un espectador. Sentía vergüenza de quién era, de lo que había permitido que ocurriera. Me encontraba literalmente al margen de mi propio mundo, viendo pasar los días con una mezcla de culpa, apatía y perdida de foco vital.
Pero había algo, un destello dentro de mi, una chispa que no se apagó. Esa chispa era la acción. Al principio, eran gestos pequeños como organizar algo en mi casa, escribir una idea, incluso dar un paseo corto con Dana. Cada pequeña acción era como una ficha de dominó que caía y movía la siguiente. Poco a poco, esas acciones comenzaron a construir algo más grande, un sentido de propósito. Me di cuenta que la acción tenía efectos terapéuticos en mi, era la medicina que me salvaría del a abismo.
Descubrí que, aunque las grandes metas parecieran inalcanzables, ya que iba de fracaso en fracaso, había algo poderoso en el simple acto de hacer. Hacer por el simple hecho de hacer. Hacer sin esperar, solo por sentir que el mundo se mueve contigo. Cuando sientes que has perdido una parte de ti, y lo único que lo reactiva es hacer. Esas acciones acumuladas no solo me dieron esperanza, comenzaron a dar forma a una nueva vida. No era consciente pero una gran parte de quien había sido estaba muriendo, lentamente, sentía que ese antiguo yo, estaba despidiendose de mi, y estaba brotando un nuevo ser en muchos aspectos.
En los días más oscuros, escribir fue mi refugio. Ponía en palabras lo que sentía, lo que pensaba, y lo que aún soñaba con alcanzar en esta vida. Cuando recaía, volvía a esas palabras. Me recordaban quién era y, más importante, quién podía llegar a ser. Así nació mi creencia en la acción como filosofía de vida.  Dios, en su sabiduría infinita, me sostuvo cuando pensé que no había salida, y me mostró que cada día trae consigo una nueva oportunidad, accionar desde el amor y desde la fe, me cambió definitivamente.
Hoy sé que la vida no se trata de esperar que algo cambie por sí. Se trata de mover las piezas necesarias para construir, avanzar, paso a paso. «Lo mejor está por hacer» no es solo una frase, es mi verdad, mi motor. Es la certeza de que, aunque el camino sea incierto, cada día es una nueva oportunidad para construir algo mejor, para ser mejor.
Y por eso estoy aquí, compartiendo mi historia contigo, porque quiero que sepas que, no importa dónde estés ahora, siempre puedes empezar a hacer. Siempre puedes tirar esa primera ficha de dominó. Y, quién sabe, tal vez esa ficha sea el comienzo de algo que nunca imaginaste.

Miguel Ángel Pérez.